“Este es un buen momento para reemplazar proveedores y traer más cosas de Brasil”
La especialista en comercio exterior, Delia Flores, remarcó la necesidad de incrementar las relaciones con Brasil dado que los precios de los fletes a oriente y los tiempos de tránsito han tenido un fuerte incremento en sus costos como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
La fundadora del Grupo Delia Flores, sostuvo en Ser Industria Radio que es necesario establecer políticas de largo plazo para que los productos argentinos puedan llegar a más mercados internacionales. En ese sentido, destacó la importancia de concretar obras de infraestructura logística para mejorar la competitividad, como así también la descentralización de Puerto Buenos Aires.
¿Cómo está la relación comercial de Argentina con Brasil, su principal socio comercial?
El comercio exterior con Brasil goza de buena salud. Nos preocupa la situación sanitaria, pero más que nada por esa cuestión de hermandad, de vecinos. Afortunadamente el intercambio está yendo bien después de las cuestiones políticas e ideológicas que en un momento hicieron mucho ruido. Eso va por un camino, pero el empresariado en sí sigue su recorrido y sus negocios.
Hay un incremento grande del comercio con oriente. ¿Podemos terminar siendo chino dependientes?
Se incrementaron muchísimo las exportaciones y eso me parece bien. Pero también tenemos que cuidar las relaciones que ya tenemos. Por ejemplo, si comparamos a Brasil con China hay varias cosas. Este es un buen momento para reemplazar proveedores y traer más cosas de Brasil porque los fletes con oriente se fueron a las nubes y los tiempos de tránsito también se han dilatado. Por eso, con Brasil además del beneficio del flete por la cercanía y del tiempo de tránsito, a lo sumo tenés siete o diez días, al ser en el Mercosur, los impuestos de importación son del 0%. Hay que analizar qué cosas compramos, dónde y a quién.
Por otro lado me preocupa que hay muchas restricciones para las importaciones con las licencias no automáticas que se están demorando cada vez más y ya está generando mucha preocupación en todos los sectores industriales que sufren la dificultad del ingreso de insumos para la producción de bienes exportables.
Quizás deberían darle un valor diferencial a los productos que vienen de nuestros socios como por ejemplo Brasil, se podría hacer que las importaciones que llegan de ese país no corran las generales de la ley y que sí sean tratados de otra manera con algún tipo de preferencia. Porque todos estos inconvenientes irritan y mucho a nuestros socios brasileños. Queremos exportar, después no… antes, hoy y siempre quisimos y queremos exportar, pero si maltratamos así a nuestros socios y después vamos a golpear la puerta para que nos compren… ¿Qué reciprocidad esperamos de ellos? Uno no puede querer venderle después al mundo si está maltratando las importaciones, todo se sabe y eso genera poca credibilidad en nuestro país e inclusive en nuestro empresariado. Es como un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Se cumplen 30 años del Mercosur y Argentina está a cargo de la presidencia. ¿Qué balance haces y cuáles son las posibilidades que se le presentan a Argentina al estar en ese rol?
Qué oportunidad para la Argentina que justo en el cumpleaños número 30 le toque su presidencia pro-témpore. Estaría bueno hacer anuncios, gestos, que tenga también el respaldo de los integrantes del bloque. Si bien el inicio de las relaciones con esta etapa de gobierno empezó muy a los tumbos, después hubo como un giro en la relación y el embajador Daniel Scioli está haciendo un buen trabajo en Brasil.
En líneas generales, haciendo un balance de estos 30 años, diría que se empezó con mucho impulso y aquella visión fundacional que tuvieron nuestros presidentes de aquel entonces que eran Sarney y Alfonsín, de hacer algo parecido a la Unión Europea con los años se fue ralentizando y nos fuimos quedando con la intención, incluso de tener una moneda común.. Hay mucho por hacer falta la unión de aduanas que empezó, se quedó por la mitad y ahora con la pandemia volvió todo para atrás. Los requisitos sanitarios también, estamos ahí en un mix y debería ser todo igual. La sanidad animal, vegetal, unificar todos los criterios, inclusive no sé si la administración pero que Argentina y Brasil sepan que acá y allá piden las mismas cosas, porque si no nos metemos en un laberinto de trámites, tiempos y costos.
El 70% de las exportaciones argentinas proviene sólo de tres provincias: Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. ¿Qué reflexión te genera?
Argentina es un país muy rico. Hace poco estuve recorriendo una parte de la Patagonia, por la ruta 40 y veía manzanas, peras, duraznos, ciruelas, y los dueños del hotel nos decían que las juntemos porque si no se pudren ahí. Tenemos producción de todo tipo, en todos lados. Nos falta competitividad, que el estado cree condiciones para que haya financiamiento e inversión en tecnología, infraestructura, rutas, porque si estamos tan lejos del puerto más próximo y encima con costos portuarios carísimos, nunca vamos a llegar a ser competitivos, aunque tengamos la materia prima.
¿Es posible que en el corto plazo puedan crecer más provincias en el comercio exterior?
Sí. Inclusive se puede agregar valor a los productos. Por ejemplo, en vez de enviar madera en tablones, desde Misiones y Corrientes, tenemos que hacer muebles. O en vez de mandar arroz a granel, produzcamos alimentos. Así en todo. A la fruta en el sur podemos agregarle valor. Todo esto va a generar mayor ingreso de dólares. Exportaciones podemos generar de todos lados.
¿Es necesario planificar y de identificar los sectores que son más competitivos y darle los mayores beneficios para que logren insertarse en distintos mercados?
Sí, lo que pasa es que hacen falta políticas de largo plazo, es lo que siempre estamos diciendo. Estrategias para que la parte privada se anime a invertir, a buscar inversores o armar proyectos a largo plazo. El estado tiene que generar las condiciones, pero también tiene que ser creíble, porque hablas con empresarios y te dicen “para qué me voy a meter en este crédito sí no sé si dentro de cuatro años me cambia la política y vuelven a importar todo”. Falta un gran acuerdo que involucre a todos y que sea una política de largo plazo como para que realmente decidamos qué queremos hacer.
Esta idea se anuncia siempre y nunca se logra…
Sí, es que cuando vas a la práctica es complicado. Por ejemplo, anuncian que salen créditos, que sacan líneas de financiamiento, unos hermosos titulares, pero cuando te vas a los hechos es tan engorroso, complicado, burocrático, que al final pensás si realmente quieren ayudar o solamente quieren hacer anuncios. Inclusive con el tema de la producción si no nos dejan importar insumos para producir bienes… ¿qué podemos exportar si no tenemos las cosas con que fabrica? Convengamos que la sustitución de importaciones es un proceso que lleva tiempo. Está muy lindo, todos queremos que se produzca acá, pero se necesita un plan. Sustituir importaciones lleva tiempo e inversión. Hay que adaptar la industria, no todo se puede producir acá.
¿Sustituir importaciones en un mundo globalizado tiene sentido?
En este mundo globalizado me parece que sustituir todas las importaciones es imposible. Creo que hay que especializarse en algo, invertir y tecnificar en ese sector. Por eso hay que planificar mejor qué es lo que queremos.
En el último tiempo parece haber una intención de descentralizar la actividad casi monopólica de Puerto Buenos Aires. ¿Eso sería beneficioso para el interior del país?
Puerto Buenos Aires debía descentralizarse desde hace mucho. Es caro, en realidad no es un puerto de aguas profundas, hay otros puertos en el interior que tienen mejores condiciones para recibir buques de gran porte y más ahora que están saliendo barcos de mayor porte que Puerto Buenos Aires no los va a poder recibir. Hay que descentralizar porque Argentina es grande, tiene mucha extensión marítima y fluvial y debe ser más accesible a todas las zonas y las producciones regionales. Puertos, hidrovías, ferrocarril… Hay que favorecer la infraestructura multimodal para utilizar el medio de transporte más conveniente y económico de acuerdo a la mercadería, al lugar donde se produce, al puerto por donde va a salir a destino. Hacer mix en la logística porque no todos los productos pueden ir en tren, por la hidrovía o por camiones. Hay medios de transporte ideales para cada producto.
Como fundadora del Grupo Empresario de Mujeres Argentinas (GEMA) ¿Ves que hay más mujeres en los espacios empresariales?
Sí, está creciendo. Cuando hay épocas de crisis surge el emprendedurismo de las mujeres como una solución de autoempleo. Crecemos, pero con muchos mandatos culturales y sociales que pesan en ese crecimiento. Todavía hay muchas brechas y culturalmente la mujer aún no goza de tanta confianza como el hombre en sus emprendimientos y más cuando está dedicada a determinados rubros, mayormente atribuidos a los hombres. Todavía falta que la sociedad cambie el modelo mental que tiene para que los bancos, los inversores y toda la sociedad en sí confíe más y le dé ese aporte de dinero, de crédito, que necesita un proyecto encabezado por una mujer.
Fuente: Ser Industria